Por Yves Márquez
Se le conoce como Guerra contra el narcotráfico en México al conflicto armado que se desarrolla en la actualidad entre los principales cárteles mexicanos de tráfico de drogas ilícitas y las fuerzas armadas de México.
El inicio del narcotráfico en México data de la década de 1940 cuando algunos campesinos, obligados por la escasez y la pobreza en la que se encontraba inmerso el país, comenzaron a cultivar marihuana y amapola; un exitoso negocio que prosperó de manera ilícita y al amparo de las instituciones mexicanas.
Desde hace ya varias décadas se ha dicho que cada gobierno tiene su capo y así parecen confirmarlo los hechos, pues hasta el sexenio de Vicente Fox Quesada, cada presidente parecía beneficiar a determinado cártel.
Las confrontaciones entre cárteles rivales empezaron de lleno después del arresto de Miguel Ángel Félix Gallardo en 1989, quien controlaba el negocio de la cocaína en México. Hubo una disminución en la intensidad de la violencia durante el final de la década de 1990 pero la violencia ha empeorado de manera consistente desde el año 2000. El ex presidente Vicente Fox envió durante su mandato pequeños números de tropas a Nuevo Laredo, en la Frontera de México y Estados Unidos, para pelear contra los cárteles; pero la incursión probó ser infructuosa.
En 2005 hubo un aumento de la violencia al tratarse de establecer un cártel en Michoacán. En 2006 cerca de 500 personas fueron asesinadas en Michoacán como resultado de disputas por el control del territorio libradas entre cárteles rivales. Se estima que cerca de 110 personas murieron en Nuevo Laredo, tan sólo durante el lapso de agosto a septiembre de 2005, como resultado de los enfrentamientos entre los cárteles del Golfo y Sinaloa.
Se ha reportado que los cárteles usan armas como metralletas de alto poder, bazookas e incluso granadas de fragmentación. Tanto autoridades estadounidenses como mexicanas reconocen que México es la ruta principal por la que transita la cocaína y otras drogas que tienen como destino
Estados Unidos, y que Colombia es donde crecen la mayoría de las plantas de coca para ser éstas procesadas y enviadas a México a través de Centroamérica.
Se ha reportado que los cárteles usan armas como metralletas de alto poder, bazookas e incluso granadas de fragmentación. Tanto autoridades estadounidenses como mexicanas reconocen que México es la ruta principal por la que transita la cocaína y otras drogas que tienen como destino Estados Unidos, y que Colombia es donde crecen la mayoría de las plantas de coca para ser éstas procesadas y enviadas a México a través de Centroamérica.
Pese al incremento de la problemática en la frontera, y en especial en Michoacán, el gobierno ha estado incrementando de forma paulatina la presencia de efectivos militares en la referida población; debido en parte a la ofensiva de los cárteles de la droga que operan el área y como represaría contra el gobierno federal por la captura de varios de los cabecillas de los principales cárteles de la droga.
En tanto, Estados Unidos ha reconocido su responsabilidad en el caso y ha tomado acciones por considerar principalmente al narcotráfico como un problema que afecta su seguridad nacional. Pero también están conscientes de que es el país con mayor consumo de drogas en el mundo, por lo cual no sólo consiste en enviar más efectivos de la guardia nacional y funcionarios de la patrulla fronteriza a los límites territoriales con México, sino también en elaborar una campaña social que le permita al pueblo estadounidense tomar conciencia para reducir sustancialmente el consumo de drogas ilícitas.
Ya las acciones conjuntas entre los dos países para controlar el flagelo narcotráfico se están materializando gracias a las reuniones bilaterales que ha sostenido el Presidente de México Felipe Calderón y la Canciller norteamericana Hillary Clinton a principios de año en la capital mexicana. Queda ver los resultados que pueda tener dicha operación conjunta.
Hay que tomar en cuenta que el narcotráfico no es solamente tráfico de drogas, armas, y personas, corrupción, lavado de dinero, narco mulas, extorción, asesinatos, secuestros, ingredientes que salpimientan una problemática verdaderamente seria en la sociedad y la misma forma parte de la cultura latinoamericana.
Los sistemas de seguridad para combatir el tráfico de drogas tiene que estar ligado a diferentes francos, como lo son: el ataque directo a los cabecillas de los cárteles del narcotráfico; con la intención de desarticular de forma permanente a éstos grupos organizados, y agentes encubiertos que sean insertados en la sociedad con la intención de desarrollar trabajos de inteligencia que permitan identificar los movimientos estratégicos del narcotráfico para su posterior eliminación.
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